El deletreo. Es el primer paso para eliminar el hábito de pronunciar las palabras mientras se lee, ya que cualquier "tarareo" o tipo sonido afectará negativamente a la velocidad de lectura, resaltó Martínez.
La mano. Coloque su mano derecha sobre la página y desplácela lentamente hacia abajo, guiando sus ojos mientras lee. El desplazamiento debe ser suave y lento, como si su mano derecha tuviera vida propia. "Aunque sus ojos no estén exactamente en el lugar que marca su mano, este simple ejercicio hará que su ritmo de lectura se acelere", aseveró Martínez.
La tarjeta. Tome una tarjeta o un papel doblado por la mitad y apóyelo sobre los párrafos que ya leyó, tapando las líneas apenas las lee. Deslícelo hacia abajo suavemente pero sin pausas, tratando de leer el texto antes de taparlo. Con esta técnica evitará volver atrás a leer y releer párrafos una y otra vez, y se acostumbrará a tener mayor campo visual.
El barrido. Curve ligeramente la palma de la mano, manteniendo los dedos unidos. Apoye la punta de los dedos debajo de la línea que está leyendo, y desplace la mano suavemente de izquierda a derecha como si subrayara el texto dando pequeñas “pinceladas” con el dedo. Este desplazamiento debe obligar a la vista a moverse más rápido por el texto.
El zigzag. Con esta técnica se puede llegar a tener un panorama completo de lo que se está leyendo. La idea es que pase la vista rápidamente por todo el área, sin tratar de ver cada palabra, sino buscando las ideas principales. Esta técnica es ideal para leer textos sencillos, que no requieren un estudio profundo.
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