La famosa balanza entre lo que me gustaría ser y lo que es rentable que sea, qué bachiller no está en el dilema de estudiar por vocación o por solvencia. Aunque tampoco hay que desmerecer a aquellos que recorren la universidad por sentimiento y convicción y además son capaces de triunfar en el mundo laboral. Es ante esta situación que consultamos a una especialista para que nos oriente.
Por vocación. Las ventajas de estudiar una carrera que realmente nos atraiga, es que la definimos desde la época de colegio, no es difícil conocer para qué tengo aptitudes como estudiante. "Los bachilleres conocen cuál es la materia que les representa su talón de Aquiles y cuál es su fuerte; es bueno que reflexionen sobre ello, antes de elegir una carrera profesional", aseveró la psicopedagoga, especialista en orientación vocacional, Ruby Toledo.
Te gusta y es rentable. Para la especialista, no cabe duda que el profesional que estudió una carrera por vocación, se especializará en ella y por ende recibirá mejor remuneración. “Al final, sea cual sea la elección de la carrera, en el mercado laboral se paga por los conocimientos adquiridos puestos en práctica", remarcó Toledo.
Por dinero. Puej entre los escolares y tutores, que solventan las carreras universitarias, las profesiones más caras también demandan más recursos en la formación. "Medicina, arquitectura o alguna ingeniería, son tal vez carreras “caras”, que en muchos casos se abandonan a la mitad, porque el bolsillo de todos los estudiantes no es igual y algunos les falta para concluirla", destacó el educador Ramiro Beltrán.
Trabajadores frustrados. "Aunque tenga la enciclopedia médica bajo el brazo, si no trabaja con esmero, el profesional que ejerce una carrera que no le gusta, es porque no tiene aptitutes para aplicar lo que aprendió", remarcó Beltrán. Asimismo, sostuvo que gracias a malas elecciones, es que hay profesionales sin empleo actualmente.
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