Las reglas de oro para una exposición magistral

A pocas semanas para terminar las clases universitarias, los estudiantes se preparan para defender sus trabajos finales; entre ellos, el más temido, el examen oral o las famosas exposiciones. En este tipo de prueba, el docente califica el desempeño y la capacidad del estudiante de desenvolverse en público. Los maestros, ponen tiempo limitado, un tema específico y la mayor presión, para observar la reacción del alumno. La psicopedagoga, Ruby Toledo, señala algunos pasos para realizar una buena presentación.

Conocer a la audiencia. Se debe tener en cuenta que, la mayoría de las veces, los compañeros no tienen interés alguno en prestar atención. Debemos hacer una exposición que sea entretenida, muy visual, para captar la atención.

Saber cautivar a la audiencia. ¿Es verdad que si una película no nos convence en 5 o 10 minutos cambiamos de canal? Pues en las presentaciones orales es lo mismo. Los tres primeros minutos son cruciales, para captar la atención de los compañeros y el jurado, en ese momento es cuando debemos ser más enigmáticos, presentar la información de un modo misterioso y buscar causar el mayor impacto, resaltó la psicopedagoga Nadia Rocabado.

La regla de los veinte. Las expertas en presentaciones defienden que una buena exposición oral debe componerse de 20 diapositivas, con una explicación de 20 segundos por cada una de ellas, es decir, un tiempo total 6:40. "Aunque en ámbitos académicos te piden un tiempo específico, trata de hacer un número alto de diapositivas con poco tiempo de explicación para hacer la presentación más dinámica", enfatizó, Rocabado.

Comunicación no verbal. Los gestos y el lenguaje corporal serán interpretados por sus compañeros de forma inconsciente y le darán más o menos atención y credibilidad, en base a sus movimientos y no tanto a sus palabras. "Debes enfatizar lo que dices con tus gestos y cuidar tu expresión corporal a lo largo de la exposición, pero de forma natural", puntualizó Toledo.

Típicos errores. Los errores más comunes son: comenzar a preguntar, lanzar objetos para captar la atención del público, apoyarse a la pared o leer las diapositivas. "Todos son fruto de los nervios, pero hay que evitarlos", afirmaron las especialistas.