Los estudiantes insisten en que es una “vigilia pacífica”, y que esperan respuestas de parte de la corte y el rector para abandonar el lugar. Las actividades están suspendidas hasta hoy y las puertas cerradas. Un grupo de policías monta guardia en los ingresos de la avenida Busch.
Los universitarios siguen adentro. Apostados sobre la puerta que da al 2do anillo y el puente de la universidad, cientos de universitarios, mujeres y hombres, se reunieron para recibir una ración de pan, café o refresco, que llegó ayer a media mañana.
Javier Cordero, estudiante de medicina veterinaria, estaba el miércoles durante los disturbios y menciona "nosotros no causamos violencia en la U. Estamos protegiendo la universidad, esta es una toma pacífica", comentó. Cordero dijo que muchos de sus compañeros que también participaron en la jornada del miércoles "se fueron a su casa a descansar y luego vuelven porque no vamos a salir hasta que se suspendan las elecciones".
Entre ellos también estaba Alan Guzmán, quien dijo ser estudiante de la facultad de Ingeniería y delegado ICU (Ilustre Consejo Universitario). "Como ven estamos tranquilos sin provocar a nadie", comentó.
"Queremos desmentir que había alumnos de otras universidades del interior, todos somos estudiantes de la Gabriel que pedimos que se respete el voto de los estudiantes".
Cordero agregó que ayer sorprendieron a gente ajena a la U intentando robar cosas de los kioscos y los agarramos y sacamos de la universidad, esa gente es mandada para hacernos quedar mal", manifestó.
Daños leves a los negocios particulares. Sobre el ingreso principal que da a la avenida Busch, Katty Aguilera hizo un recuento de los daños que ha sufrido su negocio de venta de comida y artículos de escritorio. "Mi carrito (de panchitos), lo encontré botado contra la reja, me falta una garrafa y han roto algunos vidrios, pero no robaron nada", señaló la mujer.
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