viernes, 3 de octubre de 2014

Una melodía antes de estudiar

La música tiene un efecto positivo en el aprendizaje. Pero no se trata de escuchar cualquier ritmo o género, sino más bien se trata de oír esos grandes clásicos que marcaron la historia. Ahora bien, esto debe hacerse antes de sumergirse en el universo de los estudios.

Ideal para el aprendizaje. Para el pedagogo Álvaro Puente, la música clásica ayuda mucho en el aprendizaje, inclusive favorece mucho al desarrollo del feto cuando una mujer está embarazada. Aseguró que es tan grande su efecto que produce serenidad, equilibrio y bienestar.

El estilo barroco. Por su parte, la psicopedagoga Ruby Toledo comentó que la música tiene la capacidad de cambiar los estados de ánimos, pero si se habla de aprendizaje, la música barroca es la que logra una óptima incidencia ya que contiene sesenta golpes, lo que equivale a cuando una persona está reposando. Al ser corta en su vibración, la agilidad de las notas y el aumento del ritmo provocan que una persona esté alerta constantemente, lo cual contribuye en un aprendizaje más activo.

La clásica nunca falla Respecto a la música clásica, explicó que tiene una repercusión en el cerebro que hace predisponerlo para el aprendizaje, haciendo que la persona se vuelva más perceptiva. Asimismo, en referencia a Mozart y sus sinfonías, contemplan propiedades muy particulares que logran repercutir en el cerebro, gracias a los ritmos, melodías, tonos y métricas. Tampoco puede faltar la música relajante, debido a que también logra estimular la inteligencia.

Consejos previos al estudio. Cabe resaltar que no se aconseja estudiar con ningún tipo de música, porque si bien estimula el aprendizaje esto debe hacerse fuera de los horarios de estudio. Asimismo, para avivar la actividad cerebral no se recomienda la música estruendosa, ya que interfiere en la concentración.

¿En qué horario? Por último, Toledo recomendó hacer los ejercicios de estimulación no más de 10 minutos en los horarios de 07:00 a 10:00 o por la noche de 19:00 a 22:00 porque los momentos de sueño suelen aprovecharse mejor.

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