El número de estudiantes que está en el horario nocturno cada vez va en aumento. Según el psicopedagogo Marcelo Martínez, las personas que estudian en la noche redoblan su esfuerzo físico y mental para rendir en sus estudios incluso más que los estudiantes diurnos. Es por ello que ante esta situación Esteban Cordero, colega de Martínez, sugirió algunos consejos para que estos esfuerzos garanticen frutos positivos.
Alimentos. Pasar la noche en vela ya es un sacrificio y si a esto se le suma que se debe estudiar, es doble sacrificio; por ello, Cordero aconseja suministrarse de alimentos livianos y con azúcar, que no permitan quedarse dormido. "Una buena opción puede ser galletas con mermelada, un poco de café (sin abusar) o en el mejor de los casos un sándwich de jamón y queso", apuntó el psicopedagogo, a tiempo de indicar que también puede sumarle alguna fruta como una manzana o pera.
Un lugar no muy cómodo. "Un espacio que sea silencioso, confortable, pero no mucho, porque en lugar de estudiar te quedarás dormido", aseguró Camila Ugarte, profesional en ciencias de la educación. Según la experta, si el estudiante está muy cansado debe dormir no más de media hora. "Pasan de los 30 minutos y se quedarán dormidos toda la noche", remarcó Ugarte, quien recuerda que estudiar de noche es un sacrificio que no se debe realizar a diario.
Planea una estrategia. El horario nocturno tiene sus ventajas: como el silencio, la tranquilidad sin el tráfico, el ambiente relajado, por eso hay que aprovecharlo. "Debes priorizar tus lecturas según su complejidad. Empieza por la más complicada para que tomes el tiempo suficiente de estudiarla, reconocerla y comprenderla; lo más fácil para el final, más aún si se trata de matemáticas", aseveró Cordero.
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