El método Cornell fue desarrollado por Walter Pauk, profesor de educación en la Universidad de Cornell (Estados Unidos) en la década de los cincuenta, este se convirtió en una de las principales técnicas para la toma de apuntes en el ámbito anglosajón. Ronald Callejas, educador, explicó que para el método Cornell, es necesario crear una maqueta previa en cada una de las hojas en las que se van a apuntar las notas. El folio o la hoja del cuaderno se divide en tres secciones en forma de "T" invertida.
Contenido según el formato. En la columna de la derecha: es la base central de los apuntes; en ella el alumno debe anotar todas las ideas importantes que expone el profesor. En la columna de la izquierda: se deja en blanco mientras se toman notas en la columna principal. En un momento posterior, lo antes posible después de la clase, se anotan en ella las ideas y palabras claves. Y por último en el margen inferior: "el área final de la página se utiliza para recoger un resumen del tema, de modo que de un simple vistazo puedas conocer la información básica", remarcó la psicóloga Esther Padilla.
Las cinco "R". Pero lo importante del método Cornell no es el formato, sino su contenido, por ello se aplican las 5 "R": registra, resume, recita, reflexiona y revisa.
"Comienza por registrar hechos e ideas significativas como puedas; para el resumen tienes unos cinco minutos después de clases; el mejor ejercicio para memorizar y aprender es recitar, inventa algún tono que te ayude; reflexiona, pregúntate a ti mismo, para qué sirve cada fórmula, concepto, solución; y por último con 10 minutos a la semana para revisar tu material, es suficiente", aseguró el educador.
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