domingo, 25 de octubre de 2015

Formación técnica crece, pero no cubre la demanda

Su sueño de niño era ser ingeniero civil. Sin embargo, la realidad que enfrenta su familia lo llevó a iniciar sus estudios de Mecánica Automotriz en Infocal, donde pudo obtener una formación y una certificación rápidamente y generarse sus propios ingresos. Hoy quiere compartir su testimonio con cientos de jóvenes que sueñan con la formación superior y que no tienen la posibilidad de costear este proceso académico o simplemente propone la formación técnica como una alternativa al problema de desempleo que enfrenta el país y que afecta principalmente a los nuevos profesionales.

"A veces queremos estudiar ciertas carreras para que nos digan ingenieros, doctores o licenciados o simplemente porque pensamos en tener un trabajo digno con buenos ingresos, creo que esto es posible también en la enseñanza técnica, más aún con la demanda que hay y de la que dan fe los empresarios y el mismo gobierno nacional que quiere impulsar esta formación", señaló Carlos Roca, un joven mecánico que hoy es dueño de su propia empresa.

Al igual que él hay miles de jóvenes que están apostando a la formación técnica profesional y de eso dan fe los centros de enseñanza que han visto crecer como la espuma sus demandas académicas.

Se eleva la oferta. Solo como ejemplo se puede citar a la Fundación Infocal, que nació en 1996 como una alternativa de formación con menos de cinco carreras técnicas y que hoy cuenta con una amplia oferta académica de más de 30 carreras a nivel técnico medio y superior.

La institución llega a formar anualmente alrededor de 30 mil estudiantes. Siendo las carreras de mayor demanda: Mecánica Automotriz, Informática, Electromecánica, Enfermería y Gastronomía.

"Es importante resaltar la importancia que tiene hoy en día la formación profesional técnica, ya que las empresas están necesitando este tipo de profesionales en sus procesos", señaló Javier Vázquez, director de Marketing y Comunicación de la institución académica.

Según señala el centro de formación, en esta gestión a través de su bolsa de trabajo ha recibido alrededor de 1.600 solicitudes de profesionales técnicos, por parte de las empresas privadas y públicas.

Sin embargo, esta demanda aún no cubre los requerimientos que se tienen el país, por lo menos así lo sugiere el sector empresarial y expertos en economía quienes destacan los avances que se han logrado en la formación técnica, pero que señalan un déficit de profesionales técnicos. Afirman que la oferta de profesionales técnicos no llega a cubrir siquiera el 50% de la demanda que hay en el sector empresarial.

Con mucho potencial. Si bien el Presidente de la Confederación Nacional de Empresarios Privados, Ronald Nostas, destacó el crecimiento, que hay en la formación de profesionales técnicos así como la demanda que ha habido en los últimos años por bachilleres y personas que optan por carreras prácticas, afirma que esta área educativa aún sigue siendo un desafío no solo para las instituciones que ofrecen sus servicios académicos sino para el Estado y el mismo sector empresarial, que según afirma debe ser partícipe para el potenciamiento y promoción de este tipo de formación.

"En Bolivia existen muchas necesidades no satisfechas, especialmente del área petrolera que no ha podido ser cubierta. Yo creo que ese es un desafío que tenemos que tener todos los sectores involucrados, para concretar un sistema de formación técnica a nivel nacional", señaló el profesional.

En este sentido, también hizo énfasis en la necesidad de fortalecer los centros de aprendizaje del área y una eficiente fiscalización con el fin de que cumplan con las demandas que se requieren para este tipo de formación pues según afirman hay muchos centros que no son adecuados o presentan debilidades de infraestructura para el crecimiento de la demanda.

Desde su punto de vista, la especialización técnica, no solo llegará a atender una carencia que tiene el sector productivo y empresarial del país sino al mismo tiempo puede representar una salida para miles de jóvenes que no pueden hacer una carrera a nivel superior. "La parte técnica le puede significar a muchos jóvenes un mecanismo de acceder a un trabajo bien remunerado con buenas condiciones y de forma inmediata", señaló.

Sugieren trabajo coordinado para potenciar y promocionar. Desde el punto de vista del economista, Gary Rodríguez, debería ser prioridad incentivar desde el Estado la formación técnica. En este aspecto señala que lo que se debe hacer, es apostar a la revalorización y promoción de la educación técnica que según sugiere debe ser tarea de todos los niveles de gobierno: central, departamental y municipal así como también de las diferentes expresiones de la sociedad civil como academias, empresarios y trabajadores, involucrando a todas sus instituciones.

"Sería bueno crear fondos y líneas de financiamiento, otorgar becas y premios a los mejores alumnos, recompensar a las empresas privadas que capaciten a sus operarios hacia una posición técnica mayor tomando en cuenta el potencial para la formación técnica que hay en el país", menciona.

Según señala, la cooperación internacional puede jugar un rol importante al momento de invertir en la educación técnica y cambiar el paradigma que apunta a la formación universitaria superior.

Los prejuicios sociales y la falta de formación vocacional. Para el pedagogo, Álvaro Puente, existen serias debilidades en el país y en el sistema educativo que derivan en estos paradigmas, en el que según dice se "denigra" la formación técnica y se "sobrevalora" la formación superior.

Según menciona, uno de los problemas más serios es la orientación vocacional nacional ya que los alumnos no tienen el servicio de profesionales que les ayuden a descubrir sus potencialidades y les muestren el mercado. "Este servicio lo tienen las universidades que hacen su oferta y que no es en nada similar a lo que los jóvenes necesitan. Además la demanda y oferta laboral técnica está manchada por prejuicios sociales del siglo XVIII que dicen que los bachilleres deben estudiar para doctores, abogados, ingenieros o licenciados cuando pueden ser mecánicos y electrónicos, en otros países no existen estos problemas", señala.

Asimismo el profesional observó a las escuelas técnicas, las que señala en su mayoría son deficientes. "El gobierno no ha logrado ofrecer y montar escuelas técnicas que den profesionales técnicos de prestigio, lo único que está pasable no es del Estado; no hay una buena oferta y eso hace que la gente no quiera desprestigiarse para entrar a centros deficientes que tenemos", reflexionó.

"La demanda y oferta laboral técnica está manchada por prejuicios sociales que dicen que los bachilleres deben estudiar para doctores abogados, ingenieros o licenciados".

Álvaro Puente
Pedagogo

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