Timoteo Sánchez.
Presidente De La Asociación Nacional De Universidades Privadas
Profesión: Abogado (UAGRM).
Postgrado: Maestría en Derecho Privado Mercantil Internacional.
Cargo. Rector de la Universidad Evangélica Boliviana y Presidente de la ANUP.
El 2016 será un año importante para la Educación Superior. Se cumplirá el plazo para que las universidades privadas hayan puesto en marcha los cambios académicos previstos en el reglamento general de las universidades. Timoteo Sánchez, presidente de la Asociación Nacional de Universidades Privadas (ANUP), conversó con El Día acerca de las transformaciones más importantes y cómo mejorará la formación profesional.
¿Cuánto tiempo demandó la preparación de este reglamento?
Ha sido un proceso de más de cuatro años. Hace dos años se promulgó el Reglamento General de Universidades y el año pasado el Reglamento Específico que aborda a todas las áreas relacionadas a la educación superior.
Estas normativas fueron consensuadas. Por una parte, el Estado se comprometió a respetar las inversiones, pero por otro lado las universidades se comprometieron a mejorar sus procesos académicos.
¿Cuál es la fecha límite para que las universidades hayan puesto en marcha estos reglamentos?
En este instante las 41 universidades privadas se encuentran en un proceso para adecuarse a estas normas. Está previsto que a partir del próximo año los reglamentos del ámbito académico entren en vigencia en todas las universidades privadas; en el ámbito de la infraestructura el plazo está estipulado en cinco años, desde que se promulgaron los reglamentos.
¿Cuál es el principal cambio que tendrá la Educación Superior?
Considero que lo más importante es el rediseño curricular. Todas las universidades estamos ajustando el currículum de todas las carreras con el objetivo de mejorar la calidad académica.
Ocurre que un programa académico de hace 10 años ya no condice con el avance tecnológico y científico que ahora vive la sociedad, por ello es necesario actualizarlos con parámetros internacionales de calidad académica, especialmente los que forman parte del Mercosur Educativo.
Hay universidades que ofertan carreras con solo cuatro años de estudio ¿Se garantiza su calidad?
La tendencia es que los universitarios concluyan su carrera en cuatro años. Esto no implica que se reduzca la cantidad de horas de estudio, sino más bien los universitarios deberán realizar mayor esfuerzo porque será el mismo tiempo de estudio.
Esto tiene un objetivo y es que los futuros profesionales no se queden solo con una licenciatura, sino más bien puedan proyectarse a una especialización o maestría y posteriormente a un doctorado.
Un gran problema es el trámite del título universitario. ¿Se habló al respecto?
Conjuntamente con los reglamentos específicos se promulgó un Decreto Supremo para apresurar el proceso de graduación con la titulación. Antes había un proceso muy largo de revisión y análisis de la documentación que se realizaba en La Paz y posteriormente el universitario debía viajar hasta la sede de Gobierno, ahora ambos trámites se fusionaron de tal manera que el estudiante luego de la defensa de grado puede tramitar su título ante el ministerio de manera pronta.
¿Existe alguna norma en el tema infraestructura?
Es un aspecto esencial para la formación profesional. Está establecido que las universidades deben proveer las condiciones adecuadas para la formación.
Por ejemplo, la norma establece que en un laboratorio no deberían haber más de 25 alumnos para lograr un real aprovechamiento académico. En el tema de las aulas depende, por ejemplo, en una clase magistral no hay inconveniente de que hayan muchos alumnos pero si es una clase práctica existen normativas.
Y los docentes, ¿gozarán de algún beneficio?
Como mínimo un docente universitario deberá tener un diplomado en Educación Superior, aunque lo deseable es una maestría.
Esto repercutirá en el salario de los educadores, además que se están impulsando los procesos de internacionalización no solo de estudiantes, sino también de docentes, esto implica experiencias no solamente en universidades, sino en centros académicos, que se traducirán en una mejora sustancial para las universidades.
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