Hay un viejo dicho que reza: “La universidad no es como el colegio”, y es cierto, en esta etapa poco a poco aprendes a ser independiente. Y si se trata de pedir oportunidades para pasar las materias que llevarás a lo largo del semestre, estás muy equivocado ya que en este sistema las oportunidades son muy escasas y las tienes que aprovechar.
El tiempo no vuelve. Para la educadora Verónica Morón, una de las mayores consecuencias que tal vez pareciera no tener importancia es la pérdida de tiempo, ya que este no vuelve y obstruye el avance académico en el estudiante.
Perjudica el avance. Segundo, aparte de perder el tiempo, académicamente se pierden puntos y créditos, lo cual disminuye el promedio ponderado acumulado (PPA). En ocasiones un buen PPA es requisito para postular a becas o intercambios, resaltó la especialista.
Existen materias prerequisito. Ahora, no solo es perder la materia y la recupero el siguiente semestre. Cada carrera tiene su malla curricular que presenta materias troncales, es decir, que habilitan otras materias y hasta que no llegue a cursar la que perdió no puede acceder a la siguiente.
Abandono de los estudios. Asimismo, si el estudiante no tiene control de esto, si lo convierte en un hábito puede llegar a abandonar la universidad. "Es como si se desmotivara porque ya no está con los compañeros con los que ingresó", detalló.
Depende del estudiante. Verónica remarcó que lo ideal es que ningún estudiante se aplace, pero esto dependerá de la base de estudio que tiene la persona y también de los hábitos que trae del colegio. "Si en el colegio el estudiante no fue aplicado, la universidad es la oportunidad para mejorar", expresó.
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