martes, 10 de diciembre de 2013

La paradoja de ser profesional

Siempre sostendré que cualquier retribución extraordinaria debe tener su génesis en una mejora de la productividad, sin desconocer el legítimo derecho que tiene toda persona de velar por el sostenimiento de sus ingresos en términos reales.

Por otro lado, como economista siempre tendremos la misión elemental de priorizar recursos escasos para necesidades múltiples, por lo que tampoco se puede hacer crítica a quienes en última instancia utilizan al sector profesional y al de nivel jerárquico como variable de ajuste ante imposiciones como incremento salarial o últimamente un doble aguinaldo.

Nuestra reflexión va en sentido del deterioro estructural que viene paulatinamente sucediendo. No se debe perder la perspectiva de que el personal jerárquico del mañana son los profesionales yúnior de hoy; entonces bien caben dos preguntas: ¿Qué atractivo tendrá el profesional yúnior de hoy para llegar a ser el personal jerárquico de mañana?, ¿qué incentivos tiene el profesional para seguir especializándose? La inversión en capacitación tiene su retorno en mejores salarios, si esto no se cumple, pues será más rentable adquirir un inmueble y alquilarlo, ¿o emigrar al exterior? quizás como alternativas; y así se estará dando un golpe certero a la competitividad como bolivianos, porque el mundo demanda inversión en innovación y en personas competentes.

A toda esta realidad se ve con mucha preocupación que todo el sistema universitario, los colegios de profesionales, y demás gremios relacionados –excepto Juventud Empresa– no se manifiestan de manera vehemente ante esta situación, que ataca directamente su misma razón de existencia. Finalmente, debe considerarse la realidad de las empresas formales en cuanto a sus estructuras salariales, las cuales están en muchos casos distorsionadas entre sus niveles de decisión y, sobre todo, el riesgo de mayor informalidad al ahogar a las pymes, mermando sus posibilidades de inversión a futuro que les permita crecer. ¡Es necesario reflexionar con miras a soluciones!

Carlos Hugo Barbery - Economista. Magíster - En Dirección Estratégica

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