A pesar de los avances, la educación familiar y escolar hacia los distintos sexos sigue siendo desigual. En el proceso de socialización de los niños/as se trasmiten estereotipos ligados al género, a través de los estímulos diferenciados que se presentan. A los niños se les acondiciona los espacios con predominio de colores azules, juguetes relacionados con la construcción, como tractores, máquinas, juegos de piezas, el deporte, balones, raquetas, mientras que el dormitorio de las niñas suele estar lleno de peluches, muñecos, colores suaves, y todo tipo de adornos "tiernos". El empleo del lenguaje también es distinto según el género al que va dirigido, se habla con adjetivos diminutivos a las niñas y a los niños se les refuerza estimulando su conducta viril.
Este conjunto de diferencias entre uno y otro sexo hace que influya en la decisión de asumir una carrera universitaria y no otra. "Ejemplo de ello son las ingenieras petroleras que deben lidiar con un grupo de hombres"
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