lunes, 17 de noviembre de 2014

Tres causas postergan la formación superior

La familia y el trabajo son los privilegios más preciados que puede tener una persona, pero también se convierten en verdaderas pruebas de resistencia y fijación hacia las metas que se plantean, principalmente las personas jóvenes, para surgir y alcanzar el éxito.

Sin embargo, no todos logran el objetivo, al menos en la universidad Autónoma Gabriel René Moreno, donde solo el 36% de los estudiantes que ingresan por año logra culminar sus estudios profesionales, esto se debe a diversos factores, principalmente relacionados a la familia y a la economía. La vocación es un valor fundamental afirman expertos, pero otra carencia en los estudiantes.

El estudiante no puede con el peso de su entorno. De acuerdo con el reporte emitido por el Vicerrectorado de esta casa de estudios, de los 86.329 estudiantes que ingresaron los últimos cinco años, solo 27.305 lograron culminar sus estudios y 21.205 se han titulado como profesionales. Dicha cifra es sinónimo de preocupación para las autoridades que lideran esta institución, quienes buscan los mecanismos para retener a los estudiantes.

Si bien el titular de esta instancia, Oswaldo Ulloa, afirma que se ha logrado grandes avances para motivar a los estudiantes a culminar su carrera profesional, afirma que esta batalla se vuelve un tanto difícil y complicada si se enfrenta con problemas estructurales que encara la sociedad estudiantil y que están ligados a la familia y a su economía.

"Constantemente adoptamos políticas de retención de estudiantes, entre ellas las becas de comedor, becas trabajo, becas de extensión, excelencia e investigación, todo a fin de mantener a los estudiantes motivados. Sin embargo, en la medida que el estudiante avanza en su carrera viene la paternidad o la maternidad, que los obliga a dejar de lado sus estudios. No obstante, hay políticas de titulación intermedia y técnico superior para que puedan tener un título y puedan desempeñarse, pero las mismas aún siguen siendo insuficientes para lograr el objetivo", señaló la autoridad.

La formación regular, repercute en el rendimiento. Entre las problemáticas que menciona la autoridad y que también inciden en gran medida para la formación de los universitarios, están las desventajas con las que ingresan gran parte de los jóvenes debido a una deficiente formación adquirida en el colegio y que se convierte en una carga para el estudiante y para la universidad, que debe invertir tiempo y dinero para que el aprendiz llegue al nivel de sus demás compañeros.

Un ejemplo que menciona es el caso de las carreras de medicina y tecnología donde el 50% de los estudiantes de primer año reprueban las primeras materias, por no estar académicamente preparados en materias troncales.

"Nuestras pruebas y programas los hacemos en base a los programas del Ministerio de Educación, lo que nos permite ver que hay colegios que hacen una buena preparación, pero hay otros que tienen mala preparación, esto nos llama a una especie de autorreflexión, de subir el nivel de educación porque nosotros partimos de una base predeterminada que se suponen que conocen los estudiantes y esto no es así, se ve reflejado en el éxito o en fracaso del estudiante", acotó.

Sugieren tolerancia y políticas vocacionales desde los colegios. Coincide la socióloga Guadalupe Ábrego, también ve la necesidad de incorporas técnicas pedagógicas en las aulas con la finalidad de equilibrar y ofrecer a los estudiantes motivación para mantenerse en sus estudios y superar obstáculos que pueden impedir su formación profesional.

"Creo que se necesita ser más flexibles con los estudiantes y dejar de ser el maestro que dicta su clase y se va para convertirse en el centro de atención de su clase, siendo amigo del estudiante y apoyarlo", señaló a tiempo de sugerir más planes y programas flexibles para los estudiantes con problemas familiares y económicos.

Para el pedagogo Álvaro Puente, el problema de la deserción universitaria radica ante todo en la falta de vocación para estudiar la carrera por la que han optado, pues asegura que gran parte de los estudiantes y profesionales alcanzan el éxito superando estos obstáculos.

A este problema le suma "una falta de oferta de carreras técnicas".

"Hay estudiantes que no nacen para lo que la sociedad lo quiere hacer, sino técnicos y artistas, la gente no encuentra lo que busca o para lo que sirve, soportan pero no es lo suyo por eso a la primera dificultad abandonan", señaló a tiempo de sugerir la creación de espacios que promuevan este tipo de formación, por lo menos en el departamento.

"A esto se suma que muchos padres le cargan a sus hijos carreras que ellos no pudieron ejercer o carreras que ellos consideran conveniente para ellos, lo que repercute en este tipo de problemas de deserción", señala el experto que también ve una carente orientación vocacional que nazca desde las aulas en los colegios.

"La deserción en la universidad se basa en problemas estructurales de la sociedad, pero se deben desarrollar políticas y estrategias pedagógicas para evitarla"

Guadalupe Ábrego
Socióloga

"Un problema en la deserción es que los padres proyectan en sus hijos lo que ellos no pudieron ser y son pocos los hijos que tienen el coraje de decir lo que quieren ser "

Álvaro Puente
Pedagogo

Consejos
Sugerencias contra la deserción

A) Desarrollar un plan para llevar a cabo un cambio en todas las estructuras de la educación que incluye la educación primaria, secundaria y terciaria.

B) Coordinar el trabajo educativo entre los distintos niveles, de tal forma que cada nivel entregue insumos mejor preparados (alumnos). La labor fundamental de cada nivel debe ser enseñar al alumno a aprender, es decir, que el alumno debe aprender a aprender.

C) Brindar oportunidades igualitarias para el acceso a la educación superior, basadas naturalmente en un desempeño, rendimiento o mérito personal. Estas oportunidades mejoran sustancialmente cuando los bachilleres están mejor preparados.

D) La permanencia en la universidad pública debe basarse de igual forma sobre la base de los méritos dando oportunidades a quienes realmente desean estudiar, están motivados y merecen estudiar, pues los costos de mantenimiento de un estudiante lo pagamos todos con nuestros impuestos y contribuciones.

Punto de vista

Nelda Illapi
Psicopedagoga

"Hace falta promover valores y proyectos de vida"

Creo que el problema que se visualiza en la universidad estatal con la deserción o postergación de la titulación profesional pasa por muchos factores, entre ellos la familia y la paternidad.

Desde mi punto de vista, los jóvenes de hoy poco planifican y hay muchos casos de chicos que viven lo que el destino les presenta.

Hay que empezar a trabajar con los adolescentes para que planifiquen la vida, es más deberían salir del colegio con proyectos de vida.

El problema tiene nombre y va desde la familia por la falta de promoción de valores para que el joven vea como una verdadera responsabilidad la vida. Los jóvenes no aprovechan la universidad, tiene que ver mucho la familia para que haya una carencia de proyecto de futuro de visualizar la vida, viven el momento, hay que planificar pero no truncar su carrera por un embarazo.

Tampoco puede dejar de ser una responsabilidad la universidad para motivar al estudiante y ofrecerle planes y programas para motivarlo a seguir adelante.

La institución de la educación superior creo que desmotiva a muchos estudiantes y esto se ve reflejado en el abandono de carreras porque no tienen una orientación profesional.

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