Qué estudiante no ha experimentado la extraña sensación de flojera para estudiar. Quizás por la edad, las actividades extras osimplemente el cansancio, muchos prefieren hacer un alto entre los libros. Esta situación puede permitirse durante el semestre o módulo, pero cuando se trata de los exámenes finales, de los últimos días de clases, es imperdonable. Por ello, un par de expertos brindan algunos consejos para estudiar, a pesar de la ausencia de ganas y desinterés en el tema.
Por curiosidad. "No hay mejor idea que indagar sobre algún dato 'interesante' para estudiar", resaltó el psicopedagogo Javier Ribera, a tiempo de indicar que una manera ingeniosa de automotivarse es aplicar algo de lo que se estudia en la vida real.
El horario es importante. A decir del profesional, aunque suene reiterativo y hasta poco importante, "definir un horario para estudiar es clave". Puede que antes de agarrar los libros y apuntes te tomes una siesta o después te dediques al deporte; lo importante es saber que tanto en la previa como tras haber culminado el horario, tendrás otras cosas por hacer.
El reto de los cinco minutos. "La parte más difícil de cualquier proceso es empezar", aseveró Ronald Cabrera, licenciado en Educación. "Por ello se debe marcar el primer reto, alcanzar los primeros cinco minutos de concentración en lo que se estudia, después de ello si quieres puedes tomar un descanso y volver retomar otros cinco más; después de ello, vendrán los seis, siete, ocho y el tiempo correrá sin darse cuenta", reveló Ronald.
Descanso en la parte más interesante. Después de agarrar el ritmo de la lectura o repaso, puedes hacer una pausa; pero no en cualquier parte, sino en la más interesante. "Así tendría un buen motivo para retomarlo cuando vuelva del descanso", señaló Cabrera.
El premio para el final. Una de las mejores maneras de motivar a los niños, para que obedezcan es ofreciéndoles dulces con recompensa. "Utiliza la misma táctica y prémiate tar terminar la tarea", aconsejó Cabrera.
Meta tras meta. Cabrera afirmó que funciona igual que con el tiempo. "Por ejemplo, establece una meta de cinco temas; al llegar a cubrirlos toma un descanso. Luego toma otros seis, tras llegar a leerlo y repasarlos todo, toma otro descanso; cuando te des cuenta habrás avanzado hasta diez temas sin darte cuenta", aseveró.
El lugar favorito. Puede ser desde el sótano hasta la terraza. "No siempre el estudiante logra concentrarse sobre un escritorio, aunque sería la opción más recomendable tomando en cuenta la iluminación y comodidad", indicaron los especialistas.
Automotívate. "Como si se tratara de un partido de fútbol, donde el jugador hace calentamiento antes de ingresar a la cancha; antes de estudiar, lo mejor es relajarse, música ambiente, mente en blanco y los materiales necesarios a la vista", explicó Ribera.
Chau distracciones. Para los profesionales, este punto no se trata de ir a estudiar a un isla vacía y sin conexión alguna. Pero sí de un lugar tranquilo, donde se pueda relajar y concentrar en lo que hace, sin necesidad de contestar teléfonos o mensajes.
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