En 1960, los países de América Latina tenían un PIB per cápita promedio que se aproximaba a $us 4.152. Por su parte, los países asiáticos tenían en promedio un PIB per cápita de unos $us 1.892, es decir, en promedio, América Latina podía ser considerada casi dos veces más rica que el promedio de los países asiáticos .
En similar década, en términos de las instituciones de educación, América Latina también tenía una posición relativamente más interesante.
Así, el promedio de años de educación que tenía la fuerza laboral se aproximaba a 4,7 años de escolaridad. En cambio, la fuerza laboral de los países asiáticos alcanzaba en promedio cuatro años.
Estos indicadores sugerían que la región tenía mejores perspectivas de desarrollo que los países asiáticos. Sin embargo, el resultado luego de cuatro décadas fue diferente.
Los países asiáticos habían alcanzado un PIB per cápita promedio de $us 13.571 con una tasa de crecimiento de su PIB per cápita anual de 4,5%.
Mientras, América Latina solamente pudo alcanzar tasas de crecimiento del PIB per cápita anual de 1,8%, y su PIB per cápita en promedio apenas alcanzó los $us 8.063. Es decir, los resultados se invirtieron y los países asiáticos tenían un ingreso per cápita que casi duplicaba el ingreso promedio de los países latinoamericanos.
En el intento de responder estos diferentes patrones de desarrollo, el profesor Erick Hanushek de la Universidad de Stanford, experto en temas de capital humano, sostiene que la calidad de la educación puede ser una de las variables más importantes para explicar el desempeño de ambas regiones.
Según sus estimaciones se considera que la calidad de la educación explica las diferencias de ingreso de América Latina y los países asiáticos entre 68% y 93%. (Hanushek, E. y Woessmann, L. 2012) .
En opinión de Hanushek, “la capacidad de una economía de crecer sosteniblemente en el tiempo -es decir su capacidad de innovar e incrementar su productividad- se encuentra relacionada a la calidad de la educación que recibe la mayoría de sus trabajadores. Es decir, las habilidades y el capital intelectual de los trabajadores son cada vez más importantes en una economía moderna”
¿Cuál es la situación de la educación en el país?
En el ámbito académico existen varias definiciones referentes a la calidad de educación del sistema educativo de un país, pero dos de ellas tienden a ser las más relevantes.
La primera definición se refiere a los retornos de la educación en el mercado laboral, es decir, cuando la educación que recibe una persona le permite mejorar su nivel de ingresos en el mercado laboral se supone que la calidad de educación que recibió esa persona tiende a ser mejor; y cuando la educación que recibe el trabajador no le ayuda a mejorar su nivel de ingresos, significaría que la calidad de educación recibida es menor.
La segunda definición analiza el grado de aprovechamiento académico del alumno en algunas materias básicas (generalmente matemáticas y lenguaje), para lo cual se supondría que cuando un alumno muestra un alto desempeño académico, estaría demostrando que la educación que recibió habría sido de buena calidad, y cuando el alumno muestra un bajo desempeño, habría recibido una educación de baja calidad. Este último criterio requiere pruebas estandarizadas a un conjunto de establecimientos, lo cual permite en cierto grado la comparación entre resultados.
Bolivia solamente ha participado una vez en este tipo de pruebas de comparación internacional; dicho análisis estaba a cargo del Laboratorio Latinoamericano de Evaluación de la Calidad de la Educación que se realizó en 1997.
Los resultados de esta prueba mostraron que los estudiantes de Bolivia obtuvieron los menores niveles de aprendizaje en América del Sur. Entre los países con bajas calificaciones también estaban Venezuela y Honduras.
Propuesta
La calidad en la enseñanza es el factor determinante para que los estudiantes se conviertan en el capital humano generador de ingresos y de mejores condiciones para la sociedad, con la esperanza de construir un desarrollo económico sostenible y que sea capaz de disminuir las enormes brechas de desigualdad
PERFIL
Experto en economía
Wilboor Brun es economista de la Universidad Finis Terrae (Chile), con un posgrado en economía aplicada en la Pontificia Universidad Católica de Chile y diversos cursos en economía organizados por FEE at New York University, Institue for Humane Studies at George Mason University. Trabajó en bancos de Bolivia y Chile. Es director ejecutivo de la Asociación de Promoción Cultural Sirari y titular de Pópuli
LAS FRASES
“El gran reto para el país es mejorar la calidad educativa, y para lograr eso, un primer paso es medirla desde un punto de vista técnico e independiente”
“Bolivia no cuenta con un sistema de medición de la calidad educativa. Para poder evaluarnos y conocer nuestra situación es necesaria la creación de una institucionalidad”
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