Trabajadores universitarios piden intervención de la Contraloría

Una de las corrientes manejadas entre los trabajadores de la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno (Uagrm) es solicitar a la Contraloría se verifique de oficio, el estado de las finanzas de la Gabriel y que sea esta entidad, la que certifique si la estatal cruceña está en condiciones o no de incrementar los sueldos tanto a docentes como a trabajadores. “Tenemos el sustento legal para pedir un incremento”, señaló Edwin Sorich, huelguista.

Los trabajadores del sindicato de la Uagrm, que cumplen hoy su segundo día de huelga de hambre, continúan esperando una respuesta oficial por parte del rector Saúl Rosas, para su pedido de incremento salarial del 15%.

La situación tiende a empeorar, ya que para hoy se anuncia una nueva asamblea en la que se definirán las nuevas medidas de protesta a seguir por parte de los miembros del sindicato. Esta acción tendrá la participación de dirigentes nacionales del gremio. En las próximas horas, el número de 12 ayunadores voluntarios se puede incrementar.

Por su parte, el director administrativo y financiero de la Uagrm, Erwin Vaca, descartó la posibilidad de un aumento del 15%. “Es inviable ese porcentaje, ni siquiera está presupuestado y si hablamos de presupuesto solo contamos con un 4,85% para la reposición salarial y con eso estamos tratando de salvar esta situación”, sostuvo Vaca en declaraciones a EL DEBER.

Vaca indicó que el incremento salarial del 8% al sueldo básico y un retroactivo, de enero a abril, del 4,85% están aprobados; sin embargo, aclaró que es bueno diferenciar dos situaciones dentro de los trabajadores administrativos: los que se sometieron al proceso de readecuación financiera y los que no lo han hecho.

Huelguistas no tienen colchones

Entre los huelguistas el malestar es evidente, ya que hasta el momento no han podido ingresar colchones hasta el lugar donde realizan su piquete de huelga de hambre, pues las rejas de ingreso a las oficinas del Rectorado están con candado. “Hemos tenido que dormir sobre sillas y en otros casos los compañeros han hecho `camas´ con periódicos; los colchones están en la reja, pero no podemos meterlos”, dijo Edwin Sorich, trabajador que participa de la protesta.