Tiene sus ventajas ir a clases. Una de ellas es que aprendes y avanzas. Cada clase perdida es un ladrillo que te falta, si te faltan muchos ladrillos no podrás levantar una casa.
Las clases brindan información procesada, eso es notable. El profesor te dará un punto de vista formado desde la experiencia profesional. Nada puede ser más valioso que eso. De todos los buenos hábitos y técnicas de estudio universitarios es el más fácil, pero hay que ser constantes y no faltar a ninguna. Según la sicopedagoga, Martha Soliz, más del 70% de lo que se pregunta en un examen proviene de explicaciones y reflexiones que hacen en un aula, más aún de las materias prácticas. "En las teóricas también, aunque la diferencia radica que en las primeras, el docente explica paso a paso el procedimiento y el ejemplo ayuda mil veces mejor que 20 hojas de un libro", aseguró la especialista, a tiempo de recomendar que para ello los apuntes son ideales. /Universia
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