En un camión cargado de máquinas viejas de carpintería llegaban los primeros dos adolescentes del hogar de Tacata, en el Valle Central de Cochabamba hasta a la finca abandonada, ubicada en el kilómetro 12 de la carretera antigua.
Era un 20 de enero de 1973. En el lugar había una vivienda rústica y su alrededor estaba cubierto de árboles, pastizales y arena, pero esos obstáculos no impidieron el deseo de fundar una comunidad educativa para muchachos sin familia. De ese modo nace Colonia Piraí, hoy convertida en una escuela superior agropecuaria que alberga a 120 jóvenes huérfanos, de escasos recursos e hijos de campesinos y originarios de todo el país, además, posee una industria de embutidos reconocida en el mercado local y nacional. Este emprendimiento no se hubiese hecho realidad sin el trabajo tesonero del doctor Miguel Parrilla y los hermanos, Álvaro y Rafael Puente; además de varias instituciones de ayuda social.
La Colonia Piraí, un hogar de aprendizaje. El director ejecutivo de la Fundación Colonia Piraí, Juan José Ávila, manifestó que en los 40 años de vida institucional han logrado mantener su filosofía de trabajo en educación, formación y capacitación de jóvenes, adolescentes de los sectores menos favorecidos de la sociedad. Para Ávila, el centro de enseñanza es la principal fuente de generación de materia prima, pues se forman a hombres y mujeres en dos áreas a través de becas de estudio. El área educativa que incluye la Escuela Agropecuaria, el Centro de Enseñanza para Adultos y Vida Comunitaria. Y en el área productiva trabajan en la fábrica de alimentos balanceados y embutidos; asimismo, elaboran productos agropecuarios con los frutales, granos y hortalizas, y exploran el campo de la granja avícola, porcina y lechera.
Uno de los fundadores de Colonia Piraí, Álvaro Puente, cree que el aporte más importante de la Colonia Piraí en Santa Cruz y el resto del país, ha sido atender una “herida social”, es decir, acoger a los niños de las calles. Puente también destaca la solidaridad de las instituciones que se hicieron parte del proyecto. "El desafío es continuar trabajando y generar recursos para seguir sirviendo a la sociedad. El otro es continuar siendo una institución que dé respuestas nuevas a los problemas de la sociedad", expresó el pedagogo Puente.
Los primeros colonos destacan el esfuerzo de la institución. Aunque en los primeros días llegaron niños y adolescentes del interior del país porque solamente se permitía el ingreso de hombres, llega un momento histórico para la Colonia Piraí. Aparece en escena Carmen Uchani Luna (43), oriunda de La Paz quien llegó cuando solo tenía 5 años. "En esa época no admitían a mujeres en el centro pero al quedarme huérfana de padre y madre me tuvieron que recibir, pues mi hermano Martín Ramírez, ya estaba en la colonia", recuerda con nostalgia la señora Uchani, quien después de formarse en la Colonia, estudió en la Normal Enrique Finot y hoy trabaja de profesora en la escuela agropecuaria. Lidia Ledezma (40), es la segunda mujer que llega a la Colonia en 1985 cuando tenía 8 años, luego de quedar huérfana de madre. “He estudiado y he trabajado en todas las áreas. La colonia Piraí significa mi vida, mi hogar aquel que nunca tuve”, dice la señora Ledezma. Ambas mujeres son un ejemplo a seguir para otras en la Colonia Piraí. De esta manera irían sumándose adolescentes procedentes del interior del país y de la ciudad de Santa Cruz, una ciudad en vertiginoso proceso de crecimiento, y por tanto con los típicos problemas de desarticulación familiar que produce la migración inorgánica. Unos llegarían enviados por parroquias u otras instituciones, otros directamente por amistad o parentesco con alguno de los colonos. La primera familia integraron 25 personas.
Ganaron un concurso recibieron $us 1,3 millones del BID. Luego de presentar su proyecto educativo, con un período de ejecución de tres años, la Colonia Piraí recibió $us 1.342.212, monto que lo destinará a la ampliación y modernización de la Escuela Superior de Agricultura en Santa Cruz, según dijo el director del centro Juan Ávila.
Los recursos que recibirá la fundación provienen del Fondo Especial Japonés de Reducción de la Pobreza y serán destinados para consolidar el Programa Educativo Institucional (PEI) de la Escuela Superior Agropecuaria, como escuela, internado y finca en sus instalaciones, y la finca agroecológica Ñemboerenda, en la provincia Cordillera. Además, se diseñará e implementará un programa de investigación agropecuaria de adaptación frente al cambio climático. Esto permitirá que aumente su capacidad educativa en beneficio de estudiantes campesinos e indígenas, cuyos beneficiarios finales serán 280 jóvenes. Desde el año pasado ha extendido la formación de los jóvenes a técnico superior, con más de tres años de formación. Sin duda, la Colonia Piraí, es un ejemplo a seguir.
"La Colonia Piraí es el único hogar que hemos tenido a lo largo de estos 40 años. Ha dado muchas oportunidades, especialmente para quienes hemos tenido problemas. Gracias a esa ayuda nos hemos formado, tenemos familia y hemos salido adelante".
Carmen Uchani Luna/La Paz
Primera Mujer Albergada en la Colonia
"Se decidió hacer una escuela propia en la Colonia Piraí porque los colegios tradicionales, enseñaban el Día de la Madre y del Padre a chicos de las calles que no tenían a los suyos. Hicimos talleres de nivelación de lenguaje, matemática y ciencias sociales e historia”.
María Soledad Araoz/Argentina
Primera Maestra de la Colonia
"Llegué de Cochabamba por intermedio de un familiar y ahora trabajo en el día de guardia de seguridad y estudio en la noche en la universidad. Me siento muy bien acogido porque me dan el tiempo para trabajar y estudiar. Mi deseo es llegar a ser profesional".
Ariel Zurita S. / Cochabamba
Interno hace 5 años en la Colonia
"Llegué de la provincia Vallegrande por una invitación. La Colonia es un lugar muy bonito, acogedor y lo más importante es que se aprende buenas experiencias. Quiera ser profesional, adquirir conocimientos y luego ayudar a las demás personas como lo hicieron conmigo".
Yamila Pardo/ Santa Cruz
Interna hace 2 años en la Colonia
"Colonia Piraí dejó de ser un albergue de niños para convertirse en un centro de capacitación técnica agropecuaria para jóvenes de comunidades campesinas. En estos 40 años, ha hecho un aporte muy importante a la sociedad porque aquellos niños de las calles, hoy son profesionales de bien".
Álvaro Puente/Pedagogo
Cofundador de la colonia Piraí
Para saber
Enseñan educación agroecológica
Área educativa. Dan educación agropecuaria a jóvenes preferentemente de comunidades indígenas y campesinas, mediante la metodología de educación popular. Las unidades son las siguientes:
-Escuela Superior Agropecuaria Colonia Piraí (EACP).
- Centro de Enseñanza de Adultos (CEA).
- Vida Comunitaria.
Programa productivo. cuyo fin principal es la generación de ingresos económicos para el auto-financiamiento del programa educativo; cuenta con las siguientes unidades:
- Producción de Granos.
- Fábrica de Alimentos Balanceados.
- Granja de Porcinos.
- Granja Avícola, producción de huevos.
- Lechería.
- Fábrica de Embutidos.
- Centro de Eventos.
Agropecuaria. Cuenta con un sistema de producción de frutas, tubérculos, cereales, hortalizas, carne que sirve de aprendizaje a los estudiantes y cuya producción está destinada al autoabastecimiento y excedentes para el mercado.
Embutidos Colonia Piraí. Es una empresa especializada en la producción de fiambres y embutidos que mantiene permanentes controles de calidad y tecnología de última generación; garantizando la calidad de nuestros productos.
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