Es indiscutible la importancia de contar con laboratorios modernos y bien equipados para que los profesionales puedan llevar la teoría a la práctica, por ello las universidades realizan cada año importantes inversiones que deben ser valoradas por los estudiantes.
En una Santa Cruz de constante desarrollo, es imprescindible que los profesionales cuenten con las mejores herramientas de formación y en ese sentido las universidades están realizando importantes esfuerzos para brindar herramientas de calidad a sus estudiantes.
El trabajo práctico en el laboratorio le permite al estudiante experimentar y descubrir, llevando la teoría de las aulas a la práctica. Pero además, de alguna manera esto evita entrar en automatismos o formación dogmática donde no se discute nada de lo que dice el docente o el libro.
No obstante, el uso de laboratorios requiere también de un tiempo adicional al de una clase convencional y de docentes capacitados no solo para conocer el adecuado uso de los equipos, sino para guiar a los estudiantes a que descubran por sí mismos y aprendan de sus propios errores.
Quienes tienen el privilegio de formar nuevos profesionales han podido vivir en carne propia que la manera en la que el estudiante asimila conceptos y teoría cambia después de haberlo comprobado en un laboratorio. Obviamente esta transformación debe ser positiva si han tenido guías facilitadores que les han dado esa confianza en la que incluso el error puede convertirse en una enseñanza positiva.
Por todo lo anterior es de aplaudir ese esfuerzo de las universidades que en algunos casos llegan a disponer de un 20% de sus costos anuales para ser invertidos en el mantenimiento, reparación o puesta en marcha de un nuevo laboratorio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario