Nunca es tarde para aprender. Eso lo tienen muy claro los más de 20 ancianos que desafían todo prejuicio de la sociedad que los cree inactivos y han decidido formarse académicamente en los talleres para el Adulto Mayor que oferta la Universidad Católica Boliviana San Pablo.
La idea es sentirse útil y adquirir nuevas experiencias. La pasividad que se les atribuye así como la paciencia y letardidad, quedan en segundo plano cuando toca enfrentar nuevos desafíos como el estar por primera vez frente a un ordenador y aprender sus utilidades y herramientas a fin de estar a tono con la era de la tecnología. Es el caso de la señora Isabel Justiniano que por motivos diversos no tuvo la oportunidad de acceder a este tipo de enseñanza académica.
"Es la primera vez que me inmerso en esto y es bastante novedoso para mí que no sabía las diversas utilidades de la Internet, por ejemplo, el Facebook, Gmail, incluso las mismas herramientas del exel o el word", dice la mujer de 67 años de edad y que conoció de los cursos a través de sus amistades en la iglesia. "Vengo todos los sábados y me inscribiré a los cursos que haya porque uno nunca termina de aprender", dice la mujer mientras atina a abrirse una cuenta en Gmail.
"Hay que tener mente abierta para todo y más para las prácticas que nos permiten crecer integralmente como personas", dice el señor Carmelo Roa que se inscribió junto a su esposa Teresa San Martín para profundizar sus conocimientos de computación "En casa nuestros hijos están sorprendidos pero a la vez contentos porque esto ya nos hace más independientes para usar nuestra computadora y no llamarlos a ellos para que lo hagan por nosotros", complementa el hombre.
Un programa universitario refuerza la formación integral. Los cursos que reciben los ancianos y también en otras áreas como el arte, la cultura o historia, además de otros de ayuda integral como autoestima y espiritualidad, forman parte del programa que ejecuta la Universidad Católica a través de la Pastoral Universitaria que ideó este proyecto con la finalidad de brindar un apoyo formativo y ocupacional a un sector de la sociedad que recurrentemente es discriminado en la sociedad debido a su edad.
En ese sentido, el grupo académico, optó por implementar el programa que es promovido en las parroquias e iglesias de la capital y que se implementa en los predios de la casa de estudios todos los sábados a través de maestros y estudiantes de la institución que brindan su ayuda voluntaria.
"Es gratificante, lograr este tipo de superaciones que están dentro de las misiones de la universidad que es la formación integral no solo de nuestros jóvenes y niños sino de la sociedad en general. Sabemos que esto apenas empieza y que será de gran ayuda a este grupo en la sociedad", señala Jorge Orellana, rector de la casa de estudios.
La mensualidad es mínima. En ese sentido destaca que los cursos son abiertos para todo el público que quiera darse la oportunidad de formarse a través de estas capacitaciones.
Los mismos tienen un costo de Bs 80, lo cual incluye el transporte de los alumnos para llegar hasta la institución, además de la certificación académica. "Los costos tomando en cuenta la calidad de la formación así como los beneficios que adquiere el adulto mayor van más allá de formarse académicamente y de sentirse útiles para la sociedad y no una carga para sus familias”, señala
"Nunca antes tuve tiempo para acceder a un curso como este. Me siento muy feliz de hacerlo aunque sea a esta edad porque me ayudará mucho en todo aspecto".
Nelly Chávez
Beneficiaria
"Me formé antes en lo básico de esta área
pero el tiempo pasa y uno se olvida, me siento agradecida por este tipo de iniciativas pensada en los ancianos".
Silvia Chuver
Beneficiaria
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