martes, 17 de mayo de 2016

El rector nacional de la universidad católica boliviana Marco Antonio Fernández: “El Google quita la capacidad de pensar a los estudiantes”



El 14 de mayo la Universidad Católica Boliviana cumplió 50 años.

En Santa Cruz se abrió en 1993, tiene 2.700 alumnos en la región actualmente y el campus más grande de esta institución a nivel nacional.
La celebración comenzó en Santa Cruz, con una misa en la catedral que contó con la presencia de un enviado de la Santa Sede y de rectores de las universidades católicas de Argentina, Brasil, Chile, Colombia y Uruguay y luego un acto académico en el campus. El rector de la Universidad, accedió a hablar con EL DEBER sobre los desafíos de la educación superior frente a internet.

¿Cómo llega la Universidad Católica Boliviana a sus 50 años de existencia?
Llegamos con solidez y muchos logros, pero con más metas. Empezamos en 1966 con 31 alumnos y ahora somos 14.000 a nivel nacional. Iniciamos con dos carreras, economía y administración de empresas y ahora tenemos casi 30 a nivel nacional. Arrancamos solo en La Paz, ahora estamos en Cochabamba, Santa Cruz, Tarija y tenemos las Unidades Académicas Campesinas (UAC) en el área rural.

¿Cuáles son las carreras que más han crecido en los últimos años?
Hay una tendencia. Las ingenierías recuperan la atención del estudiante, lo cual es una muy buena noticia, porque concentran y captan la tecnología que puede ser utilizada para la transformación económica y fundamentalmente productiva.

Aunque las más grandes son Ingeniería comercial, Administración de empresas, Derecho ha comenzado a bajar, antes era de las que más alumnos tenía.

¿A qué se deberá?
A la influencia de la tecnología en las nuevas generaciones a través de internet y sus dispositivos, los estudiantes se acercaron mucho a eso y perdieron el miedo a los temas cuantitativos. Nos sorprenden con otras perspectivas y ponen nuevos desafíos a las universidades. Muchas ingenierías como la mecatrónica, biomédica, exigen la implementación de laboratorios adecuados, contar con capital humano adecuado, un plantel docente altamente capacitado.

¿Cómo está el plantel docente?, ¿cuánto ha crecido?
Yo diría que de manera sostenida. Definimos este plan 2014-2020 donde nos propusimos una serie de metas. Una de ellas es tener un plantel docente con un grado académico en lo posible de doctorado o mayor. Otro de-safío es tener una mayor cantidad de docentes a tiempo completo.

¿Cuántos son en total?
Ahora deben ser 100. Es muy importante, porque si bien los docentes a tiempo horario pueden traer actualización en cuanto a la práctica, no le dedican todo su tiempo a la universidad, lo que impide la veta de la investigación y la interacción, salir fuera de la universidad para atender los problemas y traerlos para verlos en la universidad, y no solamente a la enseñanza.

Como traer las tecnologías de información y conocimiento presentes en muchos ámbitos, y fundamentalmente en el conocimiento, eso ha implicado mucha capacitación a nuestros docentes, porque en estos tiempos no solamente deben actualizarse en temas de sus conocimientos, sino en los tecnológicos.

¿Porque enfrentan a una generación que tiene otro chip en la cabeza, no es cierto?
Exactamente, por eso debemos encarar ese reto. No podemos quedarnos con instalaciones del siglo XIX, docentes del siglo XX y alumnos del siglo XXI. Es una exigencia urgente.

¿Qué implica enfrentarlo?
Incursionar en todo lo que es educación virtual. Es a distancia, y para hacer esto se debe tener plataformas adecuadas que generen acceso fácil, oportuno y probablemente masivo al conocimiento, también debe tener otros dispositivos.

En una clase presencial el elemento central es el docente. En lo virtual hay otros elementos que acompañan y el catedrático, si bien es el que guía, deja de ser el protagonista. Eso implica generación de procesos. La UCB hoy apuesta por una educación bimodal, que tiene ambos elementos.

Para hacer trabajos, antes los textos estaban en la biblioteca, hoy los estudiantes tienen el Google incluso desde el celular, para consultar textos, ¿cuánto de bueno y de malo hay en estas herramientas?
Es positivo porque el conocimiento está mucho más al alcance de todos; es perjudicial, porque uno tiende a buscar y buscar mucho, pero no a profundizar, ahí hay un problema.

El Google quita la capacidad de pensar, la capacidad de discernimiento a los estudiantes, y nuestra misión como universidad es enseñarles a pensar. Con estas herramientas el alumno tiende a picar de un lado a otro, a recurrir al copy/paste (copiar y pegar), pero no entrar en profundidad.

¿Y qué se hace para que los alumnos entren en los temas a profundidad?
En eso la instancia presencial es muy importante para que ellos debatan, innoven, creen a partir de la información que puedan encontrar en la red. Los motivamos a que vean todo como insumos, y los desafiamos a proponer. Es un proceso de una educación en la que el docente debe ser mucho más activo, porque no puede concebir que los chicos estén más actualizados que él.

Ha cambiado mucho

Claro, el docente ya no busca la memorización , todo eso ya está al alcance de ellos, no necesitan ni siquiera un libro, pero lo que sí es necesario es darles pensamiento crítico, capacidad de creatividad, innovación, de reflexión, de otro tipo de actividades necesarias en el mundo laboral. Por ejemplo, capacidad de trabajo en equipo, capacidad de escucha, cosas que no se encuentran en la red. Esas son las competencias que tenemos el desafío de formar en nuestros estudiantes

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