Los políticos se mezclan en las campañas de la Uagrm

Un hombre solo y de traje gris grita que quiere ser rector. Acentúa los gestos, frunce el ceño, agita una bandera calipso. Megáfono en brazo, bajo las notas de una sentimental tonada de piano, da un discurso. Habla sobre corrupción en la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno (Uagrm). Lo suyo es una prédica. Espigado, moreno, de rostro alargado, grita. Entonces, un fotógrafo aparece. Entonces, él cambia. “¡Soy más simpático que Brad Pitt y más fuerte que Iron Man!”, dice, ahora risueño.

El ingeniero informático Miguel Cadima, aiquileño y de 43 años, ha hecho de sí mismo su campaña. Con $us 50.000 de patrimonio, este predicador cristiano es uno de los seis aspirantes a rector que se apuntó para la votación del 8 de julio.

Cadima podría pasar desapercibido, de no ser por la acusación que hace: dice que la Gobernación y los Demócratas, por una parte, y el MAS, por otra, tienen injerencia en la campaña. El Gobierno y la Gobernación lo niegan. Cadima coincide con el ingeniero industrial Sergio Justiniano (69), de Transparencia Universitaria (TU), y el ingeniero civil, Gustavo Coimbra (FURA). La queja es común.

Waldo y los Demócratas
De visita en EL DEBER, Waldo López, economista chuquisaqueño, de 56 años, contó que Kathia Quiroga, líder demócrata y titular de la Asamblea Departamental cruceña, lo apoya. Docente universitaria, a ella se la vio cerca de López y de Bergman Saucedo, de Primero La Gabriel. “Ella (la presidenta de la Asamblea) me ha manifestado su apoyo”, dice.

Pero él niega ser demócrata. De hecho, López, que buscó el Vicerrectorado en 2012 y terminó dándole la mano a Rosas, defiende la transparencia de su candidatura, que su campaña se paga con $us 15.000 que puso él y Saucedo; que su patrimonio es de $us 150.000, o sea, su casa.

Se buscó la palabra de Quiroga. Se llamó al número de teléfono al que atiende. Se la buscó a través de su equipo de prensa, y nada. Vladimir Peña, vocero del partido de Rubén Costas y secretario de Gobierno, negó que los demócratas estén involucrados. Dijo que el apoyo es personal y que conoció indirectamente a López porque participó de Bolivia Dice No, grupo al que apoyaron durante el referéndum constitucional 2016.

Rosas y Jaldín
Eligió las cinco estrellas de un salón del Senses Hotel Boutique del centro -uno que cuesta Bs 800 por cada cuatro horas-. Mientras que Cadima, Justiniano y Coimbra lo cuestionan, él ni se preocupa. Que el MAS lo apoya, que solo gastó en cemento. Saúl Rosas dice que no. Su discurso dice que el año pasado la ‘U’ cruceña ejecutó el 92% de su presupuesto, que fue la más eficiente del país.

Vestido de traje de alta costura, pendiente de su teléfono, él se define como uno de los constructores de la ciudad universitaria, pero que sus cuatro años no le alcanzaron.

Todo eso dirá el economista Saúl Rosas, dos veces rector (1999-2002 y 2012-2016), luego de una rueda de prensa, donde 10 jóvenes serios son su barra.

Entre quienes organizaron la presentación de Rosas figuran un comunicador de Reymi Ferreira, ministro de Defensa y exrector (2008-2012), y Ricardo Klinsky, docente que fue director de Televisión Universitaria en el mandato de Reymi. El ministro está fuera del país, así que no pudo responder.

Sobre el punto, Rosas habla: “Generalmente, cuando hay elecciones, recuerdo que en la anterior elección decían: ‘es de tal partido, del otro’; soy estrictamente académico. En la universidad no priman partidos”.
En 2012 lo ligaron al MAS, pero lo negó. En el hotel, Rosas dijo que su patrimonio es de Bs 3.000.000 y que no tiene monto de campaña.

Un día antes, al otro extremo de la plaza, Alfredo Jaldín, de Somos U, lanzó su campaña desde el Club Social 24 de Septiembre -que cuesta $us 60 para quienes no son socios-. Algún colaborador de Hugo Siles, ministro de Autonomías, compartió esa convocatoria con la prensa. Algunos militantes del MAS aparecieron en una caravana de Jaldín, ese día, en la tarde. Sobre esto, el exrector admitió que los partidos se suelen colar en las campañas, pero que él es independiente.

Que le gustaría que Ferreira lo apoye, pero no es así y que ha “recibido apoyo de docentes que están con el MAS y de los que apoyan a la Gobernación”. A los 62 años, el administrador de empresas dice que encara la campaña solo con Juan Carlos Paz, con $us 30.000 de presupuesto. Y que la casa grande en donde vive en El Trompillo no es suya; y que su patrimonio no pasa de los $us 130.000.

Siles asegura que, oficialmente, el MAS no apoya a nadie. Que a él, a título personal, le hubiese gustado que Rolando López candidatee a rector, pero no pasó. “Hay cuadros socialistas del MAS que están participando, pero como partido, no”

Coimbra declara el patrimonio más alto
Es ingeniero civil y él único con doctorado entre los aspirantes a rector. Estudió en Brasil y para él la comparación entre la academia brasileña y la boliviana, particularmente la cruceña, es tan inevitable como odiosa. Ese es el caso de Gustavo Coimbra, consultor de una empresa de ingeniería contratada por la Alcaldía cruceña para ampliar el vertedero municipal, cuyo patrimonio declara en Bs 5.000.000.

Asegura que tiene muchos años de trabajo con empresas y que a ello debe el tener una casa y cinco departamentos, de modo que vive comodamente y sin miedo a señalamientos porque “yo no vivo de la docencia”. Coimbra dice no temer a que se lo ligue a la Alcaldía porque su trabajo es de consultor y no directo.

Le sigue en cuanto a patrimonio, según su propia declaración, Saúl Rosas, de Unidos, quien mencionó durante una rueda de prensa que asciende a unos Bs 3.000.000. Dice que tiene además dos autos a nombre de su esposa.

En tercer lugar figura Sergio Justiniano, pues el candidato a rector de Transparencia Universitaria (TU) sostiene que sus arcas personales son de $us 200.000 (casi Bs 1,4 millones). Justiniano ha sido ejecutivo de la Federación Universitaria de Profesores (FUP) y no está dispuesto a gastar más de $us 20.000 en su campaña. Ya fue candidato tres veces a rector y no le fue bien. Asegura que en la campaña lo acusarán de viejo, aburrido o logiero. Niega ser logiero.