He escuchado de ese referéndum que va a haber. ¿Es para la reelección, no?”, responde Magdalena Ardaya, joven, de mochila, caminante solitaria de los módulos de la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno (Uagrm), estudiante a media carrera de Ingeniería Civil. Opina que es más preocupante cualquiera de sus materias de cálculo que lo que diga el debate político acaparado por partidos y medios de comunicación; no le apasiona el tema: si tiene que votar, hará el trámite y seguirá.
Y salvo por ciertos grupos de militantes, entre los jóvenes de las universidades cruceñas, esa apatía aparece como el común denominador. “El debate sobre la ‘rerereelección’ no ha pegado entre los estudiantes”, reconoce Joaquín ‘Quincho’ Terrazas, antiguo estudiante de trinchera trotskista, cuando faltan menos de cuatro meses para la consulta del 21 de febrero.
Según él, solo ciertos jóvenes de la organización Columna Sur, simpatizantes del MAS, han hecho esfuerzos para difundir la campaña del Sí, lo mismo que una célula trotskista se mueve por el No. “De hecho, este debate es muy secundario”, admite Quincho. Esta discusión política no apasiona a la mayoría de los 90.000 estudiantes de la universidad pública cruceña como sucede en El Alto o en Cochabamba, donde se registraron campañas más activas.
Otras prioridades
“No me gusta comentar sobre política”, dice Andrea Castellón, estudiante de la Nur, que indica que no sabía que la consulta es para ver si la ciudadanía acepta o rechaza la reforma parcial de la Constitución del artículo 168 para habilitar al presidente y al vicepresidente para buscar dos reelecciones continuas, después de un primer mandato. Yina Lino tampoco conoce el detalle del referéndum y se asombra al saber que faltan cuatro meses para votar, porque para ella es poco el tiempo y ve muy pobre el esfuerzo de difusión del proceso.
‘Quincho’ advierte que es fácil caricaturizar e interpretar que a los universitarios cruceños solo les preocupan banalidades y no los temas serios. Para decir eso, no se necesita investigar ni pensar. Él tiene otra teoría: el Gobierno y la oposición, el modelo político de la década, deja sentir su desgaste y, pese a que se los pueda subestimar, es posible que los estudiantes den sorpresas con respuestas electorales.
Los jóvenes en el padrón
El año pasado, 1.299.236 de los electores registrados eran jóvenes entre 18 y 25 años, un 21,7% de todo el padrón (5.973.901). Los estudiantes entrevistados ven poca campaña sobre la consulta
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