El académico mexicano estuvo en Santa Cruz para participar del seminario internacional ‘Universidad Global e Internacionalización’, que se desarrolló en la UPSA.
_¿Cuál es el propósito del encuentro en la UPSA?
Es reflexionar sobre la importancia que tiene la gestión universitaria asumiendo un contexto internacional y complejo. El mundo vive una etapa importante de desarrollo científico y tecnológico. Desde hace dos o tres décadas se ha venido construyendo un nuevo modelo de desarrollo y crecimiento económico en el mundo basado en el conocimiento. El conocimiento es el factor que determina la competitividad de los individuos, de las empresas, de los países. (...) En nuestros países, sin duda, el conocimiento se genera en las universidades. Por tanto, hay que realizar una adecuada gestión universitaria para tratar de impulsar el desarrollo de nuevos conocimientos.
_¿Cree que las universidades latinoamericanas van por buen camino para ser competitivas?
Con un sentido autocrítico tendríamos que decir que América Latina no está contando fundamentalmente con la sociedad del conocimiento, salvo excepción. Hay países como Chile, Brasil y México que tienen una presencia en la sociedad del conocimiento, en las instituciones. Si nos referimos a la región, diría que nos falta mucho por hacer.
Entre otros factores diría que uno de ellos tiene que ver con el atraso relativo de nuestras universidades con relación a otras regiones del mundo. Voy a citar el caso de Europa. Como sabemos, estuvo convergiendo desde 1999 y durante 15 años hacia un proceso de homologación. América Latina no ha podido hacerlo.
Hay todavía vestigios en la mayoría de nuestras universidades, heredados del siglo XIX, una universidad napoleónica que hoy muestra graves limitaciones para que puedan ser competitivas y estén a la altura de las exigencias que tiene la sociedad del conocimiento. Por eso la OUI (Organización Universitaria Interamericana) intenta impulsar procesos de transformación.
Nuestros gobiernos en América Latina, por diversas circunstancias no han tenido la visión ni la responsabilidad de construir un espacio común de educación superior para la región. Lo deben hacer las universidades.
_¿Cuáles son los desafíos?
Son enormes los retos que debemos enfrentar en América Latina. Hay que elevar la cobertura de educación superior. El promedio es del 42%, pero hay regiones donde el porcentaje es bajo y no llega al 15%. En la Universidad Veracruzana impulsamos políticas para integrar a jóvenes de zonas marginadas que no tenían la posibilidad de ingresar a la universidad. No solo se trata de ayudarlos a ingresar a la universidad, sino de sacarlos exitosamente.
Y eso significa esfuerzos adicionales. Un reto tiene que ver con el tipo de universidades que hay en América Latina. En principio hay universidades que no merecen el título de universidades, en todo caso son buenas escuelas, pero no son instituciones que se dedican a labores de docencia, a investigación. Hoy en el siglo XXI no solo se requiere apoyar proyectos de grandes y pequeñas empresas, sino también de ONG, entidades gubernamentales. La función fundamental en el siglo XXI de la universidad es la distribución social del conocimiento.
_¿Qué tipo de profesionales requiere el mundo actual?
Muchas universidades nuestras todavía no dan el paso fundamental de pasar de esa formación enciclopédica, acumulativa, informativa a una formación de autoaprendizaje de los estudiantes. Siempre cito este dato que me sorprende: se prevé que el conocimiento se duplicará cada 73 días en el 2020, esto quiere decir que el estudiante no habrá culminado el semestre cuando el conocimiento empiece a cambiar nuevamente. Por lo tanto, se requiere que las universidades hagan pensar a los estudiantes, conectarlos con el mundo en que viven. Esa es la transformación más importante que deben lograr.
En América Latina y el Caribe tenemos que apostar por la innovación. Una innovación que se tiene que gestionar desde la inter y la tras disciplinariedad. La división de la ciencia que de manera convencional se hizo, es insuficiente para explicarnos los nuevos desarrollos científicos y tecnológicos que están sucediendo en el mundo, por esa razón se pide que tengamos estudiantes innovadores. Los primeros que deben innovar son los profesores. Nuestros modelos pedagógicos también
No hay comentarios:
Publicar un comentario