Comenzaron a desmoronarse. El módulo de la Facultad de Contaduría Pública en la ciudad universitaria, demanda con urgencia una refacción general, especialmente en la parte del techo, que se está cayendo a pedazos. La época de lluvias recuerda que hay filtraciones que, además de incomodar al alumnado, docentes y administrativos, deteriora aún más la estructura. El ingeniero Paúl Camacho explica que la Dirección Mejoramiento y Mantenimiento Universitario (DMMU), "ha sufrido recortes por los ingresos de IDH, que no permiten atender todas las necesidades de la universidad", explica el encargado de esta unidad.
Menos dinero para el mantenimiento. Camacho menciona que hasta antes del 2015, su unidad tenía asignado un promedio de 2.000.000 de bolivianos "este año hemos recibido solo 800.000 bolivianos y eso nos obliga a hacer malabares para atender estas necesidades y otras que tiene la universidad". Edwin Alan Tórrez, ejecutivo de la Federación Universitaria Local (FUL), al ser consultado comenta "Hemos enviado varias cartas, solicitudes y reclamos al vicerrectorado y la unidad de mantenimiento, para conocer por qué no se está limpiando la universidad. Al principio no tuvimos respuestas y luego nos dijeron que por el cambio de autoridades y las elecciones, no había quién firme los cheques, pero eso se debe prever", cuestiona Tórrez.
Sin embargo, ambos reconocen que los universitarios tampoco colaboran mucho en la tarea de mantener limpia la universidad, que cuenta con basureros.
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